Por. Héctor Vargas
La vida es un fenómeno espacio-temporal. José Iraides Belandria, muestra el espacio, tiempo y materia, como puntos frágiles de referencia en un universo inmenso siempre en movimiento. Así comienza esta obra verdaderamente fascinante, comprensible y apta para un público que desee ser testigo del los comienzos del arte por medio de la ciencia. ¿Curioso no? Arte y Ciencia, se fundamenta en lo científico y humanístico del conocimiento universal.
Con mirada hacendosa y directa englobada en diez capítulos, sin mostrar nunca el sexto, salteo del quinto al séptimo. ¿Superstición? Belandría jugó un papel crucial en su investigación, más allá de su visión crítica, fomentó genios de la ciencia como: Albert Einstein, Aristóteles, Newton entre otros. Este autor venezolano asocio todas sus ideas desde tiempos remotos, en épocas lejanas, exquisitas en esencia y lectura, trasladando al lector a sus pensamientos.
La ciencia se engalana con acertados ejemplos asemejados con el arte, con disciplinas y corrientes basadas en la relatividad global, por ejemplo: Neruda, Gabriel García Márquez, Joyce, Picasso o Dalí. El lector se divierte, sueña, ríe. Elegancia, fragilidad, todo aunado a lo filosófico, mítico y científico. Una obra única y reconfortante. Diversas opiniones, discrepancias entre pensadores, unos investigando y otros afirmando. ¡Un gusto exquisito!
De acuerdo a las opiniones de José Belandriia, expone abiertamente
“Los orígenes de la física relativista se remontan a 1905, cuando Albert Einstein postula que el espacio y el tiempo son relativos y dependientes de la posición y velocidad del observador” (Belandria: 2007:11), en otras palabras Newton y Aristóteles no concebían esa realidad y aseguraban que el tiempo y el espacio eran absolutos independientes de la experiencia humana. Y si piensan es esta frase “¿Cuándo un ser querido está cerca nos parece lejano?” Gran interrogante.
Ciertamente el libro contiene información interesante y balanceada, el lenguaje que se maneja es adecuado al lector, sin usar términos extraños como relleno. Es un lenguaje claro, entendido y analizable. Algo un poco lamentable es la falta de recursos visuales. Para poder entender mejor los ejemplos que usa al transcurrir los capítulos, uno de ellos, sería la pintura de Salvador Dalí, en 1931, con un enfoque surrealista, vislumbra la relatividad del tiempo en el cuadro “La persistencia de la memoria”.
Es de buen gusto valorar la obra que se está leyendo, todo el escrito está plasmado en
La admirable obra Arte y Ciencia reconforta el presentir del lector, inmerso en un mundo paralelo, junto a científicos de gran envergadura, llevando a la humanidad a un campo de ilusión, imaginando y viviendo la ciencia desde su inicio y el arte desde su aparición. Este libro afirma las dudas que se podían tener sobre la ciencia y enseña como ponerla en práctica en la actualidad. Este escrito seguirá siendo de mayor potencial para la sociedad universitaria o para quien desee saber a fondo de las apariciones del mundo universal. Gran obra, gran autor.
Arte y Ciencia, obra escrita por José Iraides Belandria, profesor titular de la facultad de ingeniería de
Belandria, José (2007): “Arte y Ciencia”. Publicaciones vicerrectorado académico-Universidad de Los Andes-Mérida. Venezuela.
