jueves, 10 de julio de 2008

Por Andreina Toscano

Según el doctor Carlos Páez

“Problemas gastrointestinales algunas veces son producidos por los nervios”


El síndrome del intestino irritado es el boom de la gastroenterología y se caracteriza por indicios de dolor, estreñimiento y diarrea. Estos son causados por trastornos en el sistema nervioso que controla el movimiento y la sensibilidad del aparato intestinal


Muchas de las personas que padecen molestias gastrointestinales acuden al médico para que este les ofrezca un diagnóstico certero sobre su enfermedad, sin embargo, dichos pacientes no presentan ningún tipo de lesión orgánica que justifique sus síntomas; y es que sin saberlo, la
mayoría de los malestares digestivos están relacionados directamente con los nervios. Esto ha sido descubierto a través de una nueva corriente científica denominada neurogastroenterología, en la cual se fusionan estos dos fenómenos.


El Doctor Carlos Páez, presidente la Asociación de Gastroenterología en el Táchira y quien labora en el Centro Clínico San Cristóbal, expuso hoy jueves en una rueda de prensa desarrollada en la Universidad de Los Andes Táchira (ULA), el tema sobre la neurogastroenterología resaltando que esta doctrina médica ha experimentado un notable desarrollo, por contar por un alto nivel de análisis e investigación.


La neurogastroenterología permite observar al organismo en su totalidad, a través de diversos factores modernos, entre ellos la tomografía y la resonancia magnética। De esta manera existe una relación entre los problemas del cerebro con los gástricos. Así, muchos médicos tienen la ventaja de percibir la historia psicobiográfica de las personas, es decir, su origen y su infancia para lograr a través de este procedimiento conocer los traumas emocionales que sufrieron en el pasado, los cuales los han convertido en seres neuróticos.


La causa de las molestias estomacales, ligadas a las células nerviosas puede dar lugar a variados síntomas digestivos que influyen de forma insistente en la calidad de vida de quienes lo padecen. Estas molestias van desde crisis personales (familiares, económicas, de inseguridad y de autoestima); manifestaciones clínicas (cefalea, gastritis, úlceras, diarreas, gases e hipertensión); así como cansancio, insomnio, falta de concentración, ansiedad, pérdida de memoria y falta del libido. Esta serie de padecimientos afecta considerablemente al organismo y principalmente al cerebro।

“Nosotros tenemos dos cerebros: el de la cabeza que corresponde al sistema nervioso central que tiene sus neuronas, y el cerebro del estómago que se llama sistema nervioso enteral que es el que controla todo el sistema digestivo”.


En algunos casos la cura para este problema gástrico puede mejorar simplemente con un reajuste en la dieta, no obstante, en otras patologías es necesario la utilización de fármacos como antidepresivos y agentes que actúan sobre distintos receptores de sistema nerviosa.
Con la explicación precisa de este tópico que atañe a la sociedad, el gastroenterólogo hizo un llamado extensivo a las personas que padezcan algún tipo de complicación estomacal para que tomen conciencia con la gravedad del asunto, al mismo tiempo resaltó la importancia de controlar la mente porque según él: vivir sin emociones escomo morir en vida.




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